PROBLEMAS CONVERGENTES:
este tipo de problema cuenta con una única solución definida y lógica. Para alcanzar dicha solución se necesita ser hábil para extraer deducciones que sean válidas y tener un pensamiento riguroso. En estos problemas se ofrecen diversas soluciones que convergen de forma creciente hasta que finalmente la respuesta surge. La solución de los problemas lógicos se caracteriza por permanecer a lo largo del tiempo ya que cumple con los requisitos necesarios. Mientras mayor sea la inteligencia usada para resolverlos, la respuesta será más próxima a una solución ideal, o sea, más convergencia habrá entre ellas. Los problemas lógicos se pueden encontrar en química, física, geometría, astronomía, juego de ajedrez o matemáticas.
Un ejemplo sería: “¿Cuál es la superficie de un cuadrado que mide 10 cm de ancho y 24 cm de alto?”
PROBLEMAS DIVERGENTES:
Cada uno de estos problemas son estudiados por numerosas personas competentes en el tema. Estas hallan respuestas distintas, e incluso contradictorias, por lo que no convergen. En oposición a esto, mientras más claras se vuelven las soluciones, más se contradicen y divergen entre sí. En las situaciones a resolver, la lógica lineal y ordinaria no sirve, y en cada una de ellas la solución a aplicar es distinta. Los problemas divergentes no precisan tampoco la estadística ni una fórmula perfecta que lleve a actuar de forma mecánica. Estos problemas son superados escogiendo algún elemento que se encuentre fuera de él, que lo trascienda. Para esto, las facultades supra-lógicas deben ser desarrolladas.
Un problema divergente podría ser: “Redacte una compo
sición que hable sobre la contaminación.”
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